Ya lo escuchastes antes: Tú eres lo que comes, bueno, esa metodología también se aplica a tu bienestar financiero. Piensa en pequeño, vivirás pequeño y lucharás con un pequeño ingreso. Piensa en grande, vivirás a lo grande y te encontrarás con una abundancia de riqueza.

Si quieres hacerte rico, necesitas pensar en grande

Ahora no confundas vivir en grande con vivir extravagantemente y más allá de tus posibilidades. Vivir en grande significa que te centras en tu riqueza y en ser rico, no te pasas el día contando tus centavos y preocupándote de dónde vendrá tu próximo dólar. Sabes que tendrás una gran cantidad de dinero: pasas tiempo soñando sobre cómo usarás tu riqueza, dónde vivirás, dónde viajarás. Ese enfoque constante te guiará en la dirección correcta y te ayudará a lograr tus objetivos.

Por supuesto, tomará mucho más que solo tener un sueño. Te decepcionarás si lo único que haces es meditar en tu día imaginando tu gran fajo de dolares. Pero el deseo te motivará a alcanzar tu riqueza. Si estás contento con la monotonía de 9 a 5 esperando el próximo cheque de pago sabiendo muy bien que estarás en bancarrota incluso antes de que consigas ese cheque, entonces esa es la vida a la que estás destinado. Pero si no estás satisfecho con eso, si tu deseo es tener la libertad de hacer lo que quieres, ver lo que el mundo tiene para ofrecer, vivir como un millonario, viajar por el mundo, entonces tendrás el deseo para hacer que eso suceda Tu imaginación es importante

Una vez más, si tu imaginación y deseo de ser rico se limitan solo a soñar acerca de los números que elegirás en el boleto de lotería de la próxima semana, estarás perdiendo lo que se necesita para enriquecerse. La imaginación y la auto motivación van de la mano. Observa a algunas de las personas más ricas y sus historias y encontrarás que mucho antes de que fueran ricos ya soñaban con lo que podrían haber hecho mejor, lo que podrían haber hecho de manera más eficiente: estaban motivados.

Finalmente, necesitarás tomar algunas decisiones. Si te vas a hacer rico, simplemente no te puedes sentarte en la borda tratando de decidir: tendrás que tomar decisiones correctas o incorrectas. Las decisiones equivocadas no son un desperdicio porque deben verse como lecciones. Cuando te decidas, asegúrate de mantenerte firme. Las opiniones están en todas partes. De hecho, en todo el planeta, son el producto más barato que se puede encontrar. Entonces, no dejes que las opiniones de otras personas te afecten.

¡Tú también puedes ser rico, comienza pensando en grande!

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