Encontrar lo que te motiva es una cosa y otra muy distinta es mantenerte firme. E incluso si ya ha logrado identificar lo que lo motiva, la tentación de ceder a cosas más convenientes y fáciles, como la postergación, es mucho más poderosa que levantarse y ponerse en marcha.

Identifica que carecer de motivación o hacerte sentir desmotivado deliberadamente es un mal hábito. Algo no va del todo bien cuando te niegas a despertarte a tiempo para llegar a tu oficina. O, cuando te dejas abrumar por el poder de la dilación cuando tienes plazos que vencer. Sabes que algo va mal en tu interior cuando la tarea que tienes que terminar hace varios días está inactiva en tu escritorio, intacta. Y algo no está bien cuando ni siquiera puedes forzarte a enfrentar un problema que ha estado carcomiendo tu voluntad de vivir plenamente. Incluso te falta la motivación para aceptar que no estás motivado. Entonces, ¿cómo construyes tu motivación desde cero?

Identifica las cosas que agotan tu motivación. 

Siempre comienza con cosas muy simples de una manera muy natural. Entonces comienzas a afectar los otros aspectos de tu vida, que no están del todo conectados con lo que provocó tu falta de motivación. Quizás simplemente no te apetecía levantarte después de que sonó la alarma una mañana. Al día siguiente, hiciste lo mismo y así sucesivamente hasta que desarrollaste el mal hábito de no sentirte motivado para hacer nada.

El primer paso eficaz para recuperar tu sentido de la motivación es descubrir qué cosa o cosas le quitan la energía. Podría ser algo pequeño como no despertar a tiempo o algo realmente serio como odiar todo lo relacionado con tu trabajo.

No importa cuál sea la forma, puede identificar las cosas que agotan su energía por su poder para hacer que se sienta desanimado. Comience con el ejercicio de muestra de enumerar las áreas de su vida en las que no encuentra ninguna motivación para perseguir y las cosas particulares que cree que lo desaniman. Esto le ayudará a obtener una perspectiva de todo el problema. Incluso puede derivar soluciones simplemente conociendo la causa. Esto arrojará claridad sobre sus problemas con la motivación.

Luego, puede pasar a evaluar los riesgos y beneficios de no sentirse motivado. Créanos, no tener motivación tiene beneficios: la autogratificación inmediata en forma de descanso para uno. Y hay riesgos, seguro. Muchisimos. Y los riesgos a menudo superan los beneficios. Descubrir los riesgos y beneficios de no sentirse motivado puede resultar muy esclarecedor. En general, te darás cuenta de que nunca vale la pena posponer las cosas, ceder a la tentación de odiar mover un dedo para terminar tus tareas, o creer deliberadamente que es mucho más gratificante estar tumbado sin hacer nada.

Finalmente, comprométete a cambiar. Esto no es fácil, nunca lo fue. Pero intente fijar una fecha para reunir su sentido de motivación.

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