Para empezar este post de Reflexiones de Superacion Personal una pregunta: ¿Cuántas veces nos hemos sentido como “recogiendo agua con un colador”?. Situaciones en las cuales pareciera ser que todo nuestro esfuerzo, por extremo que sea, está condenado al fracaso.
¿Cuántas veces, el cansancio, la decepción, el fracaso, nos han frustrado, al punto de abandonar los afanes más queridos, los convencimientos más firmes? Momentos en los cuales el desconcierto nos lleva a la duda acerca de la validez de esfuerzos ya realizados, en el camino al logro de cometidos que perseguimos, no por fanatismo sino por convencimiento.
¿Cuántas veces, esa frustración, ese cansancio, esa vivencia del fracaso, nos ha llevado a darnos por vencidos, como si la realidad se nos impusiera con carácter de inmodificable e inevitable? Circunstancias en las cuales le hemos dado espacio a ese sentimiento de estar vencido y le hemos dado lugar al desarrollo de aquello que se termina instalando como “estilo de vida”, no querido pero aceptado.
En todos los casos, seguramente, responderemos “ varias veces” , “muchas veces”.
Pero por otro lado también ¿Cuántas veces hemos superado esas respuestas y seguimos adelante, con aquello que comprendimos como tarea o misión, aquello que sentimos que debe ser hecho y que asumimos como apelación para nosotros mismos? Posiblemente no tantas como hubiéramos podido, no tantas como hubiéramos debido.
Pero allí están, esas son nuestras huellas de sentido, lo que soportan lo que somos hoy y lo que soñamos para mañana.
La vida no es lo que queremos que sea, solo es, y tenemos que vivirla y responderle con nuestra actitud, con nuestras acciones. Porque el ser humano se está realizando en cada uno de su actos y aún somos seres no acabados.
Esas acciones que puedes reconocer como huellas de sentido, demuestran que se puede revertir todo. Tal vez sientan por momentos, que recoges agua con un colador. Pero lo cierto es que, finalmente, seguiremos adelante, convencidos que la tarea nunca podrá darse por terminada. Sin dudarlo. Y sin caemos tenemos que ponernos de pie.
“Porque una persona puesta de pie, es un mundo con mejores posibilidades de cambio.
Una persona puesta de pie, puede levantar a otros dos que se caigan.”