¿Alguna vez has tenido uno de esos días en los que estás enojado con el mundo? Nada parece ir bien y no puedes evitar sentirte enojado, sin importar cuánto desees ser feliz. ¿Te encuentras propenso a la irritación o inquietud? ¿Hay alguien con quien peleas mucho y no deseas nada más que tener más paz en tu vida o en tu hogar?

Los beneficios de la meditación de bondad amorosa

Todos tenemos días en los que nos sentimos frustrados y enojados y podemos perder de vista las cosas que amamos en lugar de enfocarnos en la negatividad. Desafortunadamente, la mente tiene un sesgo de negatividad que puede hacer que sea muy difícil mantenerse optimista y, a menudo, filtra la buena información mientras recuerda la mala.

Afortunadamente, la meditación de bondad amorosa es una opción que puede permitirle concentrarse más en la paz, el amor y la gratitud en lugar de sentirse abrumado por las cosas malas que pueden estar sucediendo en su vida.

La meditación de bondad amorosa es simple, se trata de intención. Tienes que dedicar tiempo para realmente comenzar a aceptarte a ti mismo y hacer cosas que te ayuden a promover la calma y la paz en tu vida. La meditación de bondad amorosa permite a sus participantes involucrarse más con sentimientos de calma en lugar de dejar que las tumultuosas olas de negatividad controlen sus interacciones.

Para practicar la meditación de bondad. amorosa, lo primero que tendrás que hacer es reservar algo de tiempo durante el día para ello. No lleva mucho tiempo completar esta meditación, así que comience con solo unos minutos reservados para esta práctica.

El siguiente paso es fingir hasta que lo consigas. Esencialmente, lo que vas a querer hacer es invocar pensamientos de estar rodeado de energía tranquila y amorosa. Piensa en las cosas que te hacen más feliz y recuerda los recuerdos que puedas tener de sentir esos sentimientos reconfortantes a lo largo de tu vida. No necesita pensar en las personas involucradas, porque la clave está en aprender a convocar esos sentimientos de bondad amorosa para usted, sin importar cuál sea la situación. Sin embargo, si encuentra que asociar a alguien o algo específico te ayuda, entonces siéntete libre de hacer lo que creas necesario para atraer esos buenos sentimientos mientras meditas.

Una vez que te hayas puesto cómodo, en un espacio tranquilo, con los ojos cerrados, entonces puedes comenzar a tratar de traer esos sentimientos de bondad amorosa a tu alrededor hasta que hayan envuelto tu cuerpo como una manta cálida. Si te gusta usar música durante tus prácticas de meditación, también puedes hacerlo. Lo que sea que necesites para convocar esos pensamientos de bondad amorosa.

Luego, piensa en algunas frases que puedas usar mientras meditas y concéntrate en ellas. Algo como, “Que encuentre la paz” o “Que reciba amor”, te ayudará a programar tu mente para recibir energías positivas. En lugar de obsesionarte con cosas malas o sentirte abrumado por emociones desagradables, puedes comenzar a concentrarte en pensamientos curativos que están destinados a brindarte consuelo y apoyo en lugar del difícil vacío que a veces nos dejan los sentimientos negativos.

En lugar de sentirnos absorbidos por cosas como el resentimiento y la ira, al usar meditaciones de bondad amorosa podemos comenzar a sintonizarnos con las energías amorosas en cualquier momento que las necesitemos. Esto puede ayudarnos a evitar la confrontación y tratar los problemas que surjan con un aire de compasión y paz en lugar de combatividad. Todos merecen ser escuchados, y si estamos enojados, generalmente hay una buena razón para ello y deberíamos poder expresar esas cosas. sin embargo, es muy importante hacerlo de una manera que otros sean receptivos, razón por la cual las meditaciones de bondad amorosa pueden ser tan productivas.

Esta es otra meditación que ha demostrado ayudar a quienes han sufrido depresión, ansiedad o incluso trastorno de estrés postraumático. Ser capaz de desconectarse de las energías negativas y convocar activamente energías positivas es una herramienta increíblemente útil. Puede marcar la diferencia entre una vida e interacción pacíficas y una que está llena de luchas y conflictos.

La mejor parte de esto es que comenzamos a sentir más compasión por nosotros mismos. Muchos de nosotros somos demasiado duros con nosotros mismos por las cosas que percibimos como fallas o malas acciones. Eso puede llevarnos a círculos viciosos de autodesprecio y abuso hacia nosotros mismos de los que puede ser difícil salir e incluso, en ocasiones, pueden conducir a la adicción.

Al practicar el arte de mostrar compasión por todos y por todo, comenzando desde adentro, nos estamos dando la oportunidad de sanar viejas heridas que quizás ni siquiera nos demos cuenta de que han estado supurando durante años.

Esto puede ayudarnos a abordar nuevos proyectos con un sentido renovado de iniciativa e integridad. Nos puede ayudar a recuperar el impulso y creer que somos realmente capaces de lograr las cosas que nos proponemos. ¡Dígale adiós a la depresión y hola a una mentalidad compasiva que puede conducir a una mayor productividad de la que ha logrado en años!

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