“La Felicidad no nos llega de manera automática. No es un regalo que la fortuna nos confiere de manera automática. Depende exclusivamente de nosotros. No llegamos a ser felices de la noche a la mañana, pero a través de una labor paciente, día a día, la felicidad se va construyendo, y requiere de nuestro esfuerzo y tiempo. Para llegar a ser felices, tenemos que aprender primero a cambiarnos nosotros mismos.”

Es comprensible entender que las personas lo que más deseen en la vida es la felicidad. Pero en ocasiones sabotean sus propios esfuerzos para alcanzarla.
En realidad la felicidad no es un destino a donde se llega, sino es la manera de caminar por la vida, pero de manera extraña, si nos analizamos podemos encontrar dos problemas graves que se presentan en las personas: algunos seres humanos tienen miedo de ser felices y otros no sabe exactamente lo que desean de la vida.
Estos son dos obstáculos comunes, puedes analizarte y quizás puedas identificarte con uno de ellos. Existen múltiples lecturas, libros, estudios acerca de la felicidad, pero aquí solo te mencionaremos cuatro pasos que te pueden servir para salir o atravesar los obstáculos que encuentras en tu camino a tu Felicidad.
1. Desmantela tu armadura.
Con frecuencia tememos ser felices y saboteamos nuestras ilusiones porque pensamos que no nos merecemos la felicidad y nos da miedo tratar de alcanzarla.
La forma más sencilla y frecuente de protegernos y mantenernos a salvo es construir una armadura de acero en la que encerramos nuestros sueños y deseos para que nadie pueda alcanzarlos ni destruirlos. Y, por supuesto, el resultado es que jamás damos un solo paso para hacerlos realidad.
Acepta que al reprimir tus sueños no los proteges, sino que impides que se realicen. Haz esfuerzos verdaderos para convertirlos en realidad. Esta decisión te puede llevar a correr algunas desilusiones y desengaños; pero también te llevará a éxitos que de otra manera no lograrías jamás.
Recuerda que la felicidad no nos va a caer del cielo, tenemos que tomar acción y cada día nuestros sueños deben de formar parte de muestras vidas.
2.-Conéctate con los deseos de tu corazón.
¿Conoces cuál es el propósito de tu vida? , Es hora que vayas en serio contigo mismo, explorar cuáles son los sueños y los deseos que duermen en el fondo de tu corazón.
Busca un ambiente tranquilo, toma papel y lápiz y empieza anotar cuanta idea se te ocurra sobre lo que deseas por más absurda que en esos momentos te parezca.
Cuando no sabemos el propósito de nuestra vida, es difícil plantearnos metas coherentes, y menos vamos a saber cómo alcanzarlas, es una buena idea ayudar al cerebro a realizar esta exploración.
Lo importante es que logres conectarte con lo que tu corazón anhela realmente con lo que te apasiona y que llegues a vislumbrar los diferentes caminos por medio de los cuales podrías alcanzarlo. De este modo, te será más fácil empezar a dar los pasos necesarios para convertir ese sueño en realidad.
3.-Reconoce tu poder.
Todos somos mental y físicamente capaces de hacer lo que nos proponemos; los límites los ponen nuestro miedo y nuestra imaginación. Y todos merecemos el éxito, como merecemos el amor y la felicidad.
Desafortunadamente, para muchos es más fácil decir “no puedo”; y todos solemos creer en nuestras propias palabras. Así que para conquistar la felicidad, empieza a practicar una actitud positiva, a fomentar la confianza en ti mismo y a decir “sí puedo”, a todos los retos que te vaya planteando la vida.
4.-Dejemos los Pretextos atrás.
Algunos temores son buenos. Ser precavido y cauteloso es una virtud, pero cuando el miedo te impide lanzarte en busca de tus sueños, ha llegado el momento de deshacerse de él.
En las decisiones importantes de la vida los temores y pretextos deben dejarse a un lado y debe imponerse el valor para correr ciertos riesgos, porque se necesita determinación para perseguir y alcanzar los grandes sueños.
Para ser feliz hace falta ser fiel con tus valores, con tu propósito de vida y seguir esa pasión que tienes dentro de ti.
VIDEO La Felicidad Un Camino o una Meta