El “Claro de Luna” es una de las obras más conocidas y queridas del compositor Ludwig van Beethoven. Esta pieza musical, también conocida como Sonata para piano No. 14 en do sostenido menor, Op. 27, No. 2, ha cautivado a oyentes de todo el mundo con su belleza melódica y su atmósfera evocadora.

Historia de la Sonata “Claro de Luna”

En algún momento de nuestras vidas, la soledad ha sido nuestra compañera, y la depresión ha llegado a nuestra vida. Es un proceso que vamos a atravesar en la vida una o varias veces.

Ni las personas famosas, ricas, importantes, están libres de tener sus momentos de soledad y de profunda amargura…

Fue lo que le ocurrió a uno de los reconocidos compositores de todos los tiempos, llamado Ludwig Van Beethoven, que nació en 1770, en Bonn, Alemania, y murió en 1827, en Viena, Austria… Beethoven vivía uno de esos días tristes, sin brillo y sin luz. Estaba muy abatido por el fallecimiento de un príncipe de Alemania, que era como un padre para él…

Historia Motivadora: La Historia de la Sonata "Claro de Luna"
Historia Motivadora: La Historia de la Sonata “Claro de Luna”

El joven compositor sufría de una gran carencia afectiva. Su padre era alcohólico y lo agredía físicamente. Falleció en la calle, por esa causa… Su madre murió muy joven. Su hermano biológico nunca lo ayudó en nada, y, súmese a todo esto, el agravamiento de su enfermedad. Síntomas de sordera, comenzaban a perturbarlo, al punto de dejarlo nervioso e irritado…
Beethoven solamente podía oír usando una especie de trombón acústico en el oído. Él llevaba siempre consigo un papel o un cuaderno, para que las personas escribiesen sus ideas y así poderse comunicar, pero no todas tenían paciencia para eso, ni para leer sus labios… Notando que nadie entendía, ni lo ayudaba, Beethoven se retrajo y se aisló. Por eso ganó la fama de misántropo. Fue por todas estas razones, que el compositor cayó en una profunda depresión. Llegó a escribir un testamento, diciendo que se iba a suicidar…

Pero como ningún hijo de Dios está olvidado, llegó la ayuda espiritual, a través de una muchacha ciega, que vivía en la misma modesta pensión, donde Beethoven se había mudado, y que le dijo

casi gritando: “Yo daría todo por poder ver una noche de luna” Al oírla, Beethoven se emociona hasta las lágrimas. ¡Al fin y al cabo, él podía ver! Él podía poner su arte en sus composiciones…

Las ganas de vivir se le renovaron y entonces compuso una de las piezas más hermosas de la humanidad: “Sonata Claro de Luna”. En su tema, la melodía imita los pasos lentos de algunas personas, posiblemente, los suyos o los de otros, que llevaban el cajón mortuorio del príncipe, su protector… Mirando al cielo plateado por la luna, y recordando a la muchacha ciega, como al preguntarse el porqué de la muerte de un mecenas tan querido, él se deja sumergir en un momento de profunda meditación transcendental…

Algunos estudiosos de música dicen que las tres notas que se repiten, insistentemente, en el tema principal del 1º movimiento de la Sonata, son las tres sílabas de la palabra “why”? u otra palabra sinónima, en alemán…

Años después de haber superado el sufrimiento, llegaría el incomparable Himno a la Alegría, la 9ª sinfonía, que corona la misión de este compositor, ya totalmente sordo. Himno a la Alegría expresa su gratitud a la vida y a Dios, por no haberse suicidado… Todo gracias a aquella muchacha ciega, que le inspiró el deseo de traducir, en notas musicales, una noche de luna…

Usando su sensibilidad, Beethoven retrató, a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía ver con los ojos físicos.

(Referencia: artículo de  Edison Piracicaba )

Video:Sonata Claro de Luna de Beethoven – Moonlight Sonata by Beethoven

El nombre “Claro de Luna”

Aunque el propio Beethoven no le dio el nombre “Claro de Luna” a esta obra, el apodo surgió posteriormente debido a la atmósfera misteriosa y tranquila que evoca. El nombre fue acuñado por el poeta y crítico musical alemán Ludwig Rellstab en 1832, quien comparó el fluir de la música con el brillo de la luna sobre el agua.

Estructura y estilo

El “Claro de Luna” consta de tres movimientos: un Adagio sostenuto, un Allegretto y un Presto agitato. El movimiento más conocido y destacado es el primero, que se caracteriza por su melodía suave y delicada, su ritmo lento y su ambiente nostálgico. La pieza en su conjunto muestra un contraste notable entre la tranquilidad y la intensidad, creando una experiencia emocional única para el oyente.

Recepción y legado

Desde su creación, el “Claro de Luna” ha sido aclamado y apreciado por su belleza y su capacidad para evocar una amplia gama de emociones. La melodía hipnótica y la atmósfera evocadora de la obra la han convertido en una de las piezas más populares del repertorio clásico.

El “Claro de Luna” ha trascendido las barreras del tiempo y sigue siendo interpretado y escuchado en todo el mundo. Su influencia se extiende más allá de la música clásica, y ha sido utilizado en películas, comerciales y otros medios para crear una sensación de serenidad y belleza.

Conclusión

La historia del “Claro de Luna” refleja la genialidad y la capacidad de Beethoven para crear música que perdura en el tiempo. Esta pieza ha cautivado a generaciones de oyentes con su encanto melódico y su capacidad para evocar emociones profundas. El “Claro de Luna” es un testimonio del inmenso talento de Beethoven y de su legado duradero en la historia de la música.

Pin It on Pinterest

Shares
Share This