De pequeño vivió entre mansiones y aristócratas aburridos de vestido negro. De grande prefirió la soledad de los cielos, desde donde creó historias, imaginó personajes y soñó con tiempos mejores gracias a un invento – el avión- que le pensaba que estaba hecho para la paz, pero que en su época ya se había convertido en arma mortal.

Antoine De Saint Exupery, nació en Lyon el 29 de Junio de 1900. Su vida como piloto lo llevó por Europa, Africa y America (paso una temporada en Argentina). Sus libros mas destacados son  “Vuelo Nocturno” (1931), Tierra de hombres (1939) y EL PRINCIPITO (1943). Desapareció en el mediterráneo cuando pilotaba un avión el 31 de Julio de 1944.

¿Quién era este hombre de un metro noventa de estatura, tímido que dibujaba pequeños hombrecitos rubios en papeles y cartas, y que hablaba de humanismo en un tiempo tan convulsionado. Su misión como piloto fue casi quijotesca y que el supo emparentar con su vocación de escritor.

Como es de suponer estuvo muchas veces en peligro de perder la vida en su profesión de aviador. En menos de dos décadas sufrió nueve accidentes, tuvo una fractura de cráneo, una conmoción cerebral y se quedó perdido en el Sahara durante cinco días , sin agua ni comida.

SU historia se confunde con su obra, pero su obra monumental fué EL PRINCIPITO, lo empezo a escribir en 1940 en Estados Unidos. Enronces ya sabía que el mundo avanzaba hacia la hecatombe.

Cuando su editor neoyorkino Curtice Hitchcock le preguntó quién era el hombre rubio que había dibujado en una servilleta, Saint-Exupery, sin inmutarse, le respondió “Es el niño que llevo en el corazón”La respuesta del editor fue reveladora. ¿Porqué no escribes la historia de ese niño?”. Así nació ese pequeño príncipe que va preguntando a los adultos si sabe o se acuerdan cómo dibujar un cordero.

Por eso, tal vez en la que sería su ultima misión aérea, Saint Exupery quiso volver a la tierra de su infancia. Ya antes había sido amonestado por desviar su ruta para contemplar desde lo alto su viejo castillo, y esa mañana del 31 de julio de 1944 él había salido en un vuelo de reconocimiento cerca de la campiña de su niñez.

En los últimos 30 años, dos veteranos alemanes se han atribuido la responsabilidad de haber derribado su P-38 Ligthning, e incluso en el fondo del mediterráneo se ha hallado una pulsera con su nombre, pero todos los lectores del Principito saben que él no ha muero,sino que solo desapareció con su avión poque no aceptaba que lo hubierna convertido en un máquina de guerra.
Ref. Articulo de Jorge Parede Laos publicado en el diario El Comercio de Lima

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