Ten cuidado con lo que crees porque eso es lo que experimentarás. Tu sistema de creencias es un mecanismo que es únicamente tuyo. Está impulsado por tu deseo y controlado por tus pensamientos y acciones. En otras palabras, tu éxito se mide por la fuerza de tu creencia.

¿Qué es lo que deseas? A menudo las personas no tienen idea de lo que quieren, solo saben lo que no quieren. Ahora es un buen momento para evaluar tus objetivos y determinar el resultado final que deseas lograr. Escribe tus objetivos y colóquelos donde pueda verlos durante todo el día. Léalos con frecuencia para mantenerlos frescos en su mente.
Sea curioso.
Investigue y aprenda todo lo que pueda sobre cómo puede lograr su objetivo. Use todos los recursos posibles, como libros, cursos y personas. Si gente. Hable con tantas personas como sea posible que ya tengan éxito en lo que desea lograr. Pregunte, pregunte y pregunte un poco más sobre lo que hicieron para alcanzar el éxito. No limite sus contactos solo a las personas que ya conoce. Preséntese por teléfono o correo, explique su propósito de contactarlos y solicite una recomendación. Lo peor que puede pasar es que te ignoren. Lo mejor que puede suceder es que se conviertan en tu mentor y ofrezcan apoyo y aliento. Es probable que reciba al menos un gran consejo de muchas de las personas con las que se contacta. Este método es el menos costoso y más gratificante.
Sea único.
A continuación, tome las ideas que aprende, adórnelas y cree su propio proceso creativo. Piense en cómo puede acercarse a su objetivo de una manera que nadie más lo ha hecho. Atrévete a ser diferente. No tengas miedo de correr riesgos. ¿Qué tienes que perder? Escriba una lista que muestre las peores cosas que podrían suceder y luego enumere los mejores resultados posibles. Mantenga siempre su concentración en el resultado deseado.
Sé mejor que tu competencia .
Cuando eras un niño y veías a tus hermanos mayores o amigos andar en bicicleta (sin ruedas de entrenamiento), no mirabas sus rodillas y codos raspados y decías: “Whoa, podría lastimarme haciendo eso”, pero probando y practicando y con mucha práctica y, a menudo, con dolor, aprendió gradualmente a mantener el equilibrio. En poco tiempo estabas tratando de “superar” a tus amigos con tu velocidad o trucos elegantes. Cuando caías, volvías a intentarlo e intentabas de nuevo con una determinación aún mayor. Desde tu primer esfuerzo, creías en tu mente que si volvías a empezar, eventualmente aprenderías a montar. ¡Apuesto a que incluso sabías en tu mente que serías el mejor en el vecindario, en tu escuela, en el estado, en el mundo!
Sea positivo .
Si ve obstáculos, también verás problemas. Si tiene dudas de que tu plan no funcionará, entonces no funcionará. Si estás influenciado por el poder de las personas negativas, entonces nunca serás mejor que ellos. Cree en ti mismo y en lo que eres capaz de lograr.
Cuando tu deseo de triunfar es más fuerte que el dolor, el miedo o la frustración de fracasar, no hay vuelta atrás. Te desafío a que veas tus metas tal como lo hiciste cuando eras niño antes de que aprendieras sobre la duda y las críticas negativas. Recuerda, todo es posible mientras creas. Comprométete a no dejar que nada ni nadie, incluido tú mismo, se interponga en tu camino para alcanzar tus objetivos.