Confiamos en las personas que nos rodean, que son abiertas y honestas con nosotros. Nos gusta y confiamos en las personas que no tienen miedo de compartir lo que sienten y lo que les apasiona. En otras palabras, estamos dispuestos a ser vulnerables con otras personas que no tienen miedo de compartir su corazón. Por lo tanto, es lógico que si quieres acercarte a quienes te rodean, atraerlos y ponerlos de tu lado, por así decirlo, debes abrir tu propio corazón y compartir lo que es importante para ti.

No siempre es fácil volverse vulnerable compartiendo sus pasiones e ideas, pero valdrá la pena en el contexto adecuado. Si está tratando de que su equipo participe con una gran idea que mejorará la empresa, el entorno de trabajo o el funcionamiento de su departamento, no tenga miedo de mostrar su pasión y entusiasmo. Puede ser bastante contagioso y, al menos, comunica lo importante que es esto para usted y que lo está haciendo para mejorar el entorno laboral o la seguridad laboral para todos los miembros del equipo.
Esto, como muchas otras “habilidades con las personas“, será más fácil para algunos que para otros. Si tiene el hábito de guardar sus sentimientos y pensamientos importantes para sí mismo, será necesario un poco de esfuerzo consciente y práctica para adquirir el hábito de compartir su corazón. Empiece poco a poco y entre personas como amigos cercanos o familiares en los que se sienta relativamente seguro al hacerlo. A medida que pasa el tiempo, sigue practicando y ampliando el círculo de personas con las que compartes tu corazón hasta que se convierta en parte de quién eres.
Otra habilidad importante que vale la pena desarrollar es la empatía. La empatía es poder reconocer lo que siente la otra persona y lo que la motiva. He aquí por qué esto es importante. En esencia, estamos motivados por lo que hay para nosotros. Cuando eres capaz de sentir empatía, puedes ver qué motivará a la otra persona y qué podría obtener lo que sea que quieras lograr. Cuando puedes comunicarte así de bien, es fácil conseguir que las personas estén de tu lado y que se unan a lo que quieres hacer.
Algunas personas son empáticas por naturaleza, mientras que otras tienen que esforzarse un poco más. Trate de ponerse en el lugar de la otra persona. Piense en cómo les afectan las cosas desde su punto de vista. Cuanto mejor vea las cosas desde su lado y descubra qué los motiva y los impulsa, más fácil será usar las palabras, los actos y los motivadores correctos para ganárselos.