Como reconozco que la vida es fugaz, me concentro en hacer que cada minuto cuente. Trabajo duro para crear la vida más fascinante, divertida y educativa que puedo hacer por mí mismo. Busco formas de cautivarme con mis actividades diarias. Estoy cautivado por mi vida.
Vivir una vida fascinante significa que nunca estoy aburrido. Incluso cuando descanso, participo en actividades que me traen alegría. Los placeres simples, como leer las noticias o ver un viejo episodio de un programa de comedia querido, brindan una tranquila satisfacción.
Escuchar música captura y atrae mi atención. Estoy interesado en las historias detrás de las canciones. Todo lo que hago enriquece mi vida. Cada una de mis actividades me deleita.
Cuando puedo pasar tiempo con mis familiares o amigos, estoy fascinado por toda la experiencia.
Estar rodeado de personas que amo, que también me aman, es gratificante y produce sentimientos de profunda satisfacción. En estas situaciones, una vez más estoy cautivado por mi propia vida.
Un objetivo continuo para mí es experimentar satisfacción, deleite y puro placer cada día. Abrazo todo lo positivo que se me presenta cuando libero todo lo demás. Hacer esto me ayuda a amar mi vida.
Hoy, reflexiono sobre mi vida y aprecio cómo continuamente me trae alegría y deleite, cautivándome con sus emociones.
Preguntas de autorreflexión:
1. ¿Estoy enamorado de mi vida?
2. ¿Qué partes de mi vida traen alegría, fascinación y deleite? ¿Qué aspectos de mi vida me deprimen?
3. ¿Cómo puedo asegurarme de que siempre tengo una vida cautivadora?
